domingo, 24 de noviembre de 2013

Caña en flor



Eran mares los cañales
que yo contemplaba un día
mi barca de fantasía
bogaba sobre esos mares.
Alfredo Espino

La industria mexicana del azúcar es un sector que aporta, según SAGARPA, el 13.5% del valor de la producción agrícola y representa el 0.4% del PIB nacional y el 7.3% del PIB agropecuario. Esta industria, de la que dependen 2.3 millones de personas y que se desarrolla principalmente en más de 300 municipios dentro de 15 estados del país, distribuye ingresos por 38 mil millones de pesos anuales.

Esta considerable derrama económica es repartida, obviamente en proporciones distintas, entre los productores de la caña de azúcar (quienes poseen y siembran la tierra bajo la modalidad de ejido o pequeños propietarios), los contratistas, los cosechadores, los transportistas y naturalmente, con la planta que transforma la caña en azúcar; el Ingenio, el cual además de ofrecer el proceso de transformación que involucra a una cuantiosa planta de obreros, es el encargado de comercializar y colocar el endulzante en determinados mercados. Por lo tanto esta industria plantea una actividad y una estructura productiva de alto impacto social, tanto por el valor de producción, por el empleo que genera en el campo mexicano y porque el azúcar es un producto de consumo elemental de la industria alimentaria.

Esta industria ha operado sobre la base de subsidios estatales al momento comercializar su principal derivado, el azúcar de mesa. Como resultado de las operaciones unitarias dentro de los procesos de comercialización, y en razón al status de libre mercado de la economía mexicana, los precios del endulzante se encuentran sujetos a las oscilaciones y fluctuaciones de los mercados globales, lo que implica ofertar determinados volúmenes de producción del endulzante en precios que no aseguran regularmente el pago de las inversiones básicas de producción de la materia prima de esta industria, la caña de azúcar, inversión de trabajo ofrecida por los campesinos mexicanos. Dentro de los 15 estados que participan en la agroindustria azucarera mexicana, Veracruz tiene un papel importante, encabeza la producción anual del país con un 45% del total de producción de azúcar.

Históricamente la región del Papaloapan (que incluye el poblado de donde soy originario, Saltabarranca) es para Veracruz la zona donde la agroindustria azucarera es la mayor fuente de recursos económicos. Diversos momentos han marcado el operar y funcionar de esta industria. Desde etapas de crecimiento y expansión, de especulación y remembranza sobre el “benévolo” pasado y el futuro difusamente prometedor, pero sobre todo uno objetivo y del cual soy testigo: De profundas y agudas crisis. Recuerdo haber escuchado siempre, con familiares, amigos o conocidos, sobre la tormentosa suerte de la Zafra, tiempo que dura el proceso a través del cual se cosecha la caña y fabrica el azúcar. Siempre se afirmaba que "ahora" era la peor época, que no había precedentes. Hoy al escuchar sobre la situación, ver el contexto político, social y cultural en el que se inscribe y entender desde la generalidad las determinantes y alcances de la misma, llego a la dura conclusión de que la crisis actual, cifra y condensación de todas las demás, no solo es real, es verdaderamente dramática.

Principios de los 90´s, el Gobierno Mexicano se centra en las negociaciones del TLC-AN, lo cual puso en la mesa de discusión y análisis diversas modalidades y estructuras económico-productivas que México, como país independiente empleaba, entre ellas la tenencia de la tierra. Las negociaciones del TLC-AN, que integraban en un importante apartado al ámbito agroindustrial, apoyaron y justificaron la Reforma del Artículo 27 la cual modificaba el carácter imprescriptible, inalienable e inembargable de las tierras comunales y ejidales a favor de una estructura agraria de propiedad que incluyó que la tierra pudiese cambiar de manos por medio de las transacciones más comunes en el mundo y los mercados: La expropiación, restitución, legalización, adjudicación, agrupación, legalización, colonización, cesión o venta. Lo anterior puede reducirse al simple hecho de que la tierra, antes de la reforma del Artículo 27 en 1992, provenía de un reparto gubernamental que no podía venderse y ésta estaba amparada por las leyes mexicanas para su resguardo y productividad. Con la reforma esto cambia y la tenencia de la tierra se inscribe en una perspectiva abiertamente neoliberal, en la que cualquier campesino o grupo de ellos podía vender sus tierras a un privado en favor de una planeada competitividad, alza en la producción y un significativo progreso. Hoy sabemos la historia y los desastrosos resultados: El campo mexicano colapsado, convertido en el gran motor de producción de pobreza, desigualdad, violencia y migración.

Bajo esta situación, a principios del decenio panista, Vicente Fox vende a la iniciativa privada los ingenios azucareros en México. Pronto las cosas comenzaron a orientar la situación de hoy. Los ingenios y sus nuevos administradores, después de un largo y asfixiante ajuste y reordenación productiva-administrativa, comenzaron adquirir tierras "poco" productivas a campesinos en profunda miseria ya bajo el amparo de la reforma del Artículo 27. Y así, año tras año, la producción de caña de azúcar comenzó a crecer en el sentido del origen. Menos tierras de los campesinos igual a menos producción de caña, contra más tierras y más producción de caña y riqueza por parte de los ingenios y sus propietarios. A la situación antes descrita y regresando a la región del Papaloapan, se le suma el hecho de como la iniciativa privada, dueña de los ingenios y ya de una cuantiosa extensión de tierras cultivables de caña de azúcar están abiertamente en el proceso de monopolizar otras instancias de la misma industria. El sector de contratistas que se encargan en movilizar y efectuar con personas y maquinaria diversa las tareas de cosecha, traslado y mantenimiento de los insumos y de la industria del azúcar se encuentra en ultimátum: Actualmente los ingenios ya han comprado (Los ingenios San Pedro y San Francisco) lotes de maquinaria para asumir paulatinamente las tareas directas o indirectas que todo el proceso de producción de azúcar implica.

Al anterior panorama se suma un componente mayor que supera la irregular y diezmada estructura productivo-administrativa de los ingenios y que hace más compleja las formas de trazar soluciones, desde cualquier instancia: La oferta y el mercado internacional. La producción de la zafra 2012/2013 ha sufrido el desplome del precio del endulzante a nivel mundial en un insostenible 40%. Algunos ingenios se han declarado en insolvencia y podrían quebrar, como San Francisco y San Pedro y agudizar con ello los profundos problemas sociales, económicos y productivos que esta región de Veracruz padece. Así mismo la participación de los gobiernos estatales y federal, los propietarios de los ingenios así como los agricultores y campesinos y demás actores involucrados han faltado sensiblemente en la tarea de regulación y solución de este sector agroindustrial, y más aún han sido incapaces de situar en un ámbito de discusión y proyección las posibles soluciones que hagan frente al ya, al parecer insaciable, esquema político-económico que actualmente nos rige.

martes, 15 de octubre de 2013

50 años de la Berliner Philharmonie

EL CIRCO DE KARAJAN ¿O DE SCHAROUN? El 15 de octubre de 1963 fue inaugurada la Berliner Philharmonie, sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Estando ubicada en el Kulturforum, sector que perteneció al Berlín Occidental y que alberga entre otras emblemáticas obras la Staatsbibliothek, el Kammermusiksaal y el Musikinstrumenten-Museum, recintos diseñados al igual que la Philharmonie, por el denominado último expresionista, Hans Scharoun. El Kulturforum es completo con una obra más, y no menos icónica: La Neue Nationalgalerie, aquel edificio -o templo- que marca el regreso y despedida de Mies en Alemania, el cual desde una simplicidad abrumadora, contrario a las características formales del resto de inmuebles del Kulturforum, se plantea como un exacerbado referente. El objetivo del complejo era ofrecer una señal contundente para un Berlín dividido, es una respuesta a la oferta cultural perdida por la presencia del Muro dentro del periodo de la posguerra. Hablar de la Berliner Philharmonie en términos generales es hablar de un distanciamiento formal y funcional definitivo con los preceptos modernos en lo que respecta a recintos dedicados a la música, de un nuevo posicionamiento respecto a las maneras de entender y asumir la sonoridad y el acto musical, uno que escapa del convencionalismo del siglo XIX y se aproxima a la mediatización de la cultura musical.

1956; Hebert Von Karajan es director de la Orquesta Filarmónica de Berlín, hace apenas dos años que tiene esta responsabilidad después de la muerte del desafortunado Furtwangler. Karajan, con un interés marcadamente mediático para restablecer la tradición y hegemonía musical alemana convoca al concurso para diseñar y construir la nueva sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín.

En un inicio era otra la zona destinada para la Philharmonie, después se consideró desde una perspectiva política y en principio conciliadora una zona próxima al Tiergarten, colindante con el Muro y en espera a que cuando la tensión política cesara, poder unificar igualmente la cultura. Por otro lado Karajan, recordemos, es aquel director de orquesta considerado por el régimen nazi como un genio o superdotado y que posteriormente fue vetado de por vida por el mismo Hitler en 1939 por haberse equivocado dramáticamente en la dirección de Los maestros cantores de Nüremberg, de Richard Wagner, situación que curiosamente en la posguerra lo redimió de su pasado y militancia nacionalsocialista.

El fallo del jurado favorece al proyecto de Scharoun, Karajan argumentó que esta decisión fue determinada por la valía no convencional del planteamiento de Scharoun indicando que "nunca se había llegado desde un esquema arquitectónico a tanta concentración y a tanta perfección acústica". Scharoun con el proyecto de la Berliner Philharmonie no únicamente adquiere reconocimiento profesional, igualmente destaca el nivel alcanzado de madurez o síntesis en su pensamiento referido a objetos físico construidos y la vinculación con actividades puntuales expresadas por medio de la fluidez del espacio, que para este caso rechaza las representaciones clásicas y acude a la determinación de un inédito esquema de concepción espacial que busca optimizar por un lado la experiencia acústica y por el otro la experiencia escénica, implícita en el actuar y operar de una orquesta. Se trata pues de un objeto físico construido en absoluto utilitario y totalitario, mismo que, aunado al virtuosismo de la Orquesta y en particular con el periodo "Karajan" lo sitúan como el más importante recinto para la música en todo el mundo. Vale mencionar que el esquema de la Berliner Philharmonie, coloquialmente llamada "El Circo de Karajan", ha sido replicada en las más diversas latitudes, de hecho en México contamos con la Sala Nezahualcóyotl un ejemplo claro de la transcripción, quizá no literal, de la Philharmonie.

Dentro del marco de la celebración del 50 aniversario, la Berliner Philharmonie ha organizado diversos eventos, tanto musicales como como documentales, uno de ellos en 3D a cargo Wim Wenders quien trata de revisar la rica historia del recinto berlines. El programa incluye La pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, con un montaje de Peter Sellars; el ciclo de piezas de Gurre-lieder de Arnold Schönberg y un estreno del compositor Wolfgang Rihm.



Philharmonie

Philharmonie

Hans Scharoun y Herbert Von Karajan en la inauguración de la Philharmonie

viernes, 11 de octubre de 2013

Estadística, rezago y oportunidad en los espacios para la enseñanza en México


Texto publicado en arquine, ver enlace aquí.

INDICADORES EDUCATIVOS: En los últimos 25 años la inversión pública destinada a la educación ha tomado un papel central como indicador dentro de los llamados países emergentes. Esta inversión determinada por las políticas y estrategias particulares de cada gobierno representa un porcentaje del Producto Interno Bruto y es el punto de partida para comparar o poner en perspectiva la estabilidad macroeconómica y social de un país. Con los montos de inversión en educación y sus modalidades organismos internacionales como la CEPAL, el BID o la OCDE por citar algunos prescriben niveles -posibles o no- de desarrollo económico, de disminución de la pobreza, de combate a la desigualdad social, de calidad de vida, de democracia o productividad. Es decir, la inversión en educación junto a otras cifras son utilizadas por estos organismos para medir la posición, credibilidad o rentabilidad de un país determinado dentro del lobby económico internacional lo que hace suponer, desde esta misma visión, que la calidad educativa depende fundamental y exclusivamente de un asunto de inversión. Situación no extraña dentro de un esquema de economía globalizada e interdependiente definida por la confianza crediticia o las capacidades de endeudamiento de un gobierno, según se dispone desde las premisas neoliberales. Como se ha mencionado una forma de examinar el gasto en educación es en la relación porcentual con la capacidad productiva de un país. En 2010, el 6.2% del PIB de México se destinó a la SEP, ligeramente mayor que el porcentaje del PIB que se gasta en la educación en Australia (6.1%), Brasil (5.6%), Rusia (4.9%), España (5.6%), Suiza (5.6%), Estados Unidos (5.4%) o Canadá (5%). Igualmente desde el ámbito estadístico y con otras fuentes como el COLMEX, la UNAM o Transparencia Mexicana se reconoce una contradicción en lo antes expuesto: que una mayor inversión en educación no necesariamente garantiza mejores resultados educativos. Los países que más gastan en educación como proporción de su PIB (Cuba 13%, Timor Oriental 9.2%, Moldavia 9.1%, Maldivas 8.7%, Namibia 8.3%, Burundi 8.2%, Islas Salomón 8%, Chipre 7.9%, Botswana 7.8%, Islandia 7.6%, Bolivia 7.5% y Swazilandia 7.4%) no coinciden con los que tienen mejor nivel educativo de acuerdo a la evaluación PISA (Finlandia 6.8%, Japón 3.8%, Corea del Sur 5%, Canadá 5%, Suiza 5.4%, Australia 5.1%, Liechtenstein 2.1%, Bélgica 6.4%, Países Bajos 5.9% y Noruega 7.3%).

LOS ESPACIOS PARA LA ENSEÑANZA / ALGUNAS CIFRAS: Información ofrecida tanto por la Secretaría de Educación Pública (2011) como por diversas instituciones sobre el estado actual de la educación en México y particularmente sobre su infraestructura y equipamiento señalan la existencia de un problema considerable de falta de cobertura, falta de mantenimiento o falta de actualización e innovación dentro de los espacios que soportan la actividad de enseñanza aprendizaje en México (Narro, 2012). En el sitio web del Sistema Nacional de Información Estadística Educativa (SNIEE) se presenta el documento "Principales Cifras, Ciclo Escolar 2011-2012" el cual indica la existencia y operación de poco más 214,000 planteles educativos públicos en todos los niveles en el país. Actualmente el presupuesto asignado al Programa insignia del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED) "Escuelas Dignas" es del orden de 2,800 millones de pesos para el ejercicio fiscal del 2013. El programa consiste en rehabilitar, remodelar, ampliar, mantener o construir los espacios dedicados a la enseñanza pública en México, en todos sus niveles y servicios. Dentro de las reglas de operación del programa se dispuso que el monto para cada plantel favorecido o seleccionado es de $1,200,000 pesos. Haciendo una muy básica ecuación con las cantidades antes señaladas dimensionamos apenas un rasgo de la problemática de los espacios para la enseñanza: 214,000 planteles educativos en México, el 80% -poco más de 169,000- (Narro, 2012) presenta algún tipo de deterioro y requieren mantenimiento o trabajos de rehabilitación; $2,800 millones de pesos es el presupuesto del programa Escuelas Dignas 2013, $1,200,000 el monto asignado para cada plantel; apenas 2,333 planteles serán atendidos en este 2013. La cobertura del Programa Escuelas Dignas está en el orden dramático del 1.3%. Si congeláramos al día de hoy la tasa de planteles educativos que requieren mantenimiento o rehabilitación, sin contar el incremento en la matrícula escolar y las nuevas escuelas para su soporte, con el actual presupuesto y cobertura del programa "Escuelas Dignas" se requerirían 72 años para atender a todos los planteles a nivel país.

OPORTUNIDAD VS REZAGO EN LOS ESPACIOS PARA LA ENSEÑANZA: La brecha entre las posibilidades de acción de las instituciones públicas respecto a la realidad de la infraestructura escolar si bien es complicada y multifactorial, pero acude en primera instancia a una ecuación básica y de total competencia con el INIFED, la SEP y el Gobierno Federal: Tanto de naturaleza económica (el actual presupuesto es insuficiente), de políticas o estrategias (se requiere contar con una visión político-institucional certera sobre los problemas y las soluciones más adecuadas a mediano y largo plazo) y de operatividad, normatividad y cobertura (modificar el marco legal rector de los espacios para la enseñanza). Tres tópicos que por su magnitud requerirían sendas exposiciones y análisis pero que por la naturaleza de este medio se presentan y esbozan apenas como consideraciones de oportunidad, omitiendo un sin número de situaciones o temáticas de amplia importancia. Y de oportunidad porque no hay más opción para un país como México que la de buscar resolver las profundas problemáticas tanto históricas como contemporáneas en lo que respecta a los espacios para la enseñanza y formación.

1. Promover y desarrollar esquemas de innovación dentro de las estrategias de inversión y cobertura en la infraestructura educativa y su equipamiento, buscando el incremento en su presupuesto anual así como contemplar el desarrollo de marcos jurídico-legales convenientes y equitativos para el empleo de asociaciones público-privadas en la construcción, mantenimiento y actualización de los espacios para la enseñanza en México.

2. Ofrecer estrategias de diseño e implementación de esquemas de infraestructura escolar para las diversas realidades y situaciones del país en estrecha relación con las brechas de cobertura de espacios para la enseñanza, con la de servicios y equipamiento, con la de accesibilidad y flexibilidad, con la tecnológica, con la de regionalización, con la de los nuevos y necesarios requerimientos de formación educativa, de modelos pedagógicos y la cuestión magisterial para los próximos 15, 20 o 30 años.

3. Modificar o adecuar las leyes y reglamentos para la construcción, mantenimiento y dotación de servicios y equipamiento en los espacios para la enseñanza y con ello otorgar a las autoridades correspondientes todas las facultades para regular y exigir el cumplimiento de normas y estándares convenientes en materia de espacios educativos a nivel país.





Hacia una reforma del Sistema Educativo Nacional, UNAM
Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED)
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)
Sistema Nacional de Información Estadística Educativa (SNIEE)
Transparencia Mexicana

domingo, 29 de septiembre de 2013

lunes, 26 de agosto de 2013

La discusión del Corredor Turístico y Cultural de Tacubaya




El martes 20 de agosto despertamos con diversas noticias y encabezados en la prensa nacional, muchas de ellas resultaron fuertemente citadas en redes sociales: Convoca Cárdenas a impedir cambios a la Constitución; Sin clases más de 2 millones por el conflicto magisterial; Continúan los asesinatos de civiles en Egipto por parte de militares; Entregarán el premio Corona de Oro a José Emilio Pacheco. Para muchos, más dentro del ámbito de la arquitectura, estas notas resultaron como de costumbre aisladas y sin mayor importancia. En este mismo día la noticia sobre la presentación del proyecto Corredor Turístico y Cultural Luis Barragán publicada por la Jornada de inmediato atrajo atenciones y de facto activó asperezas, reproches y diversos comentarios en fb y tw. El proyecto, planteado para Tacubaya y anunciado por el Jefe Delegacional de Miguel Hidalgo incluye tratamiento a las viviendas, mejoramiento de comercios, reordenamiento de ambulantes, rehabilitación de paraderos y la recuperación de espacios públicos con miras a montar un barrio turístico que incluye entre otras atracciones la casa Barragán. Sin especificaciones mayores sobre los despachos u oficinas que participan en el diseño, tendrá un costo estimado de 100 millones de pesos y fue desarrollado bajo la modalidad "políticamente eficaz y discreta" de asignación directa.

Contrario a la opinión generalizada la cual señala como desafortunado, desmesurado y atroz al proyecto de Corredor Turístico, considero con prudencia que el mismo plantea algo significativo. Este proyecto tiene el potencial de poner en la mesa de discusión algo que va más allá de la naturaleza misma del proyecto presentado y que incluye naturalmente la obra de Barragán. El Corredor Turístico y Cultural Luis Barragán plantea una discusión que interroga en múltiples direcciones. Pero en esta ocasión no trata sobre los hechos, reales o supuestos, que motivan a la clase política gobernante de la Ciudad en solicitar el desarrollo de una propuesta "integral" en Tacubaya, la cual involucra o invoca a un Barragán y todas sus cargas simbólicas, aceptables o trasnochadas. No sobre el esquema compositivo y sus posibles causas, finalidades o razones -mayormente desconocidas- planteadas en el Corredor Turístico y Cultural. Tampoco sobre la exigencia, común y necesaria, en transparentar la designación de obras en la Ciudad de México y el resto del país, o la negativa dentro de la administración pública en emplear instrumentos democráticos que apelen a situaciones de igualdad y objetividad en la selección de oficinas o despachos y que se busque con esto mayor calidad o pertinencia en los proyectos de arquitectura.

La discusión, advierto, que resulta valiosa dentro del contexto menguado de la crítica arquitectónica, parte del reconocimiento real sobre la obra de Luis Barragán como una de cualidades excepcionales, trascendente dentro de los idearios historiográficos de la arquitectura -y estética- mexicana contemporánea y el reto de ésta para integrarse -cuando sea necesario y viable- como verdadero patrimonio material o arquitectónico a las actuales dinámicas y exigencias maltrechas de la ciudad de México. Es decir, el proyecto del corredor turístico interroga, más allá de sus cualidades, sobre las maneras posibles de interacción con la obra de Luis Barragán desde la arquitectura misma.

Pero ¿Cómo interacturar hoy con la obra de Luis Barragán desde otras obras de arquitectura, desde nuevos proyectos útiles en el contexto de una ciudad que requiere priorizar y agilizar estrategias de infraestructura o soportes de interacción y productividad públicos? ¿Cómo, siendo la obra de Barragán una de interés y magnitud públicamente acotada?

Está confirmado que el patrimonio arquitectónico es más valioso, más trascendente y redituable cuando este se desenvuelve y presenta activo o vivo, cuando se vincula a esfuerzos en el fomento a la interacción social en contraparte a la de denominación de patrimonio escenográfico, unidireccional o subvencionado. En un país como México, con un listado considerable de obras histórico-patrimoniales es complicado marcar límites entre la idea de su protección o intervención, de insertarlos con proyectos nuevos a dinámicas que les den vigencia en su uso o significación. Hacer con la obra de Luis Barragán cualquier tipo de intento de interacción siempre resultará un acto de indiscutible controversia. Más que un reto en discutir, es una responsabilidad y en primer lugar de los arquitectos acudir al reconocimiento que la ciudad desde la inercia de su crecimiento y funcionamiento es incapaz de discriminar el valor o la importancia entre una y otra obra, son los arquitectos quienes deben situar a la obra de Luis Barragán dentro del contexto de una ciudad con urgencia de proyectos públicos y de calidad y no en el plano de una obra únicamente susceptible a la salva guarda o veneración. Por otro lado alcanzar con la obra de Barragán un diálogo fijado al ahora y todas sus cargas de responsabilidad posibles con la ciudad desde nuevas obras de arquitectura no es una respuesta, es una opción.

Pero entonces ¿Cómo es posible referenciar las obras de Luis Barragán desde proyectos nuevos de arquitectura? ¿Cómo superar el hecho, distinto a las cualidades estéticas, de la abierta indiferencia regular de Barragán y su obra hacia la interacción con el contexto urbano? ¿Cómo resolver esta primera instancia? Y ¿Cómo hacerlo desde la urgencia de proyectos de calidad que traten o busquen dialogar con el valor de esta obra pero para asociarla con parámetros y objetivos públicos y urbanos?

Es interés situar esta y muchas más preguntas dentro del dominio exclusivo de la arquitectura y las obras a manera de vehículo objetivo, porque al final al hablar de las obras de Barragán hablamos estrictamente de eso, obras de arquitectura, ¿o no?

jueves, 22 de agosto de 2013

Violencia y Arquitectura: Un enfoque lleno de interrogantes


Texto publicado en arquine, ver enlace aquí.

“Ser libres implica, como primer paso, el ser conscientes de la contradicción en la cual nos encontramos pero bajo la responsabilidad de hacerla extensiva”
Jean-Paul Sartre

Hoy a tres años de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, el fenómeno de la violencia, lejos de disminuir, constituye una de las principales causas de malestar en la sociedad mexicana contemporánea, llegando a alterar los soportes fundamentales de su entramado institucional, cultural o social. Las relaciones sociales se refieren a una multitud de interacciones reguladas por normas entre dos o más personas, resultado de la relación social hay una modificación de la conducta la cual puede ser dimensionada por medio de los niveles de bienestar social y calidad de vida. La realidad social es por lo tanto una construcción cotidiana en donde la persona y la sociedad interactúan, el sujeto se va insertando y va siendo parte de una sociedad y una cultura a partir de todas las significaciones simbólicas, ya que éstas precisamente son las que van a permitirle conformarse como un ser social. La realidad social es construida por el individuo a partir de la interacción que tiene con la sociedad ya que los individuos son hechuras de la propia sociedad y ésta aparece como producto de un proceso humano y por consiguiente susceptible de transformación y cambio. Para Foucault existen claramente fuerzas de poder dentro de las relaciones sociales mismas que operan en cada cultura e indudablemente tienen presencia en el desarrollo de la cultura occidental, la interacción de estas fuerzas han de producir a la larga ciertos espacios o entornos que tienen como objetivo satisfacer las necesidades que suponen estas interacciones. Las relaciones de poder están ligadas a las relaciones económicas, políticas, de producción incluyendo obviamente el de la producción de espacios habitables en sus diversas modalidades. La presencia de específicas formas de relaciones sociales en nuestro contexto mexicano inmediato pueden determinar -como siempre ha sucedido- el surgimiento de espacios únicos los cuales cumplen con un propósito fundamental: el de proveer relaciones entre individuos o entre grupos, en donde unos ejercen el poder sobre otros, el poder solo existe en acto, es decir, en la relación dentro de un espacio habitable específico y objetivo.

La arquitectura como disciplina que atiende, se explica y significa desde lo social, qué tipo de supuestos plantea al respecto del tema de la violencia? Cuál es la forma de aproximarnos como arquitectos a este fenómeno examinado la relación del sujeto con la violencia, evaluando sus impactos posibles y generar con éstos escenarios de las implicaciones en las formas de experimentar espacios y de relacionarse en ellos? Las actuales herramientas metodológicas, conceptuales y técnicas que la arquitectura ofrece o supone que tan útiles son para contribuir al desarrollo de indicadores y esquemas teóricos y gráficos que permitan, desde una perspectiva crítica e introspectiva del pensamiento y quehacer propio de la arquitectura, dar seguimiento a las variables más representativas y objetivas del fenómeno del crimen, la violencia urbana y la inseguridad ciudadana? Es posible que dentro del contexto de relaciones sociales, fundamentado en el aumento de actividades disfuncionales violentas podemos determinar soportes y argumentos desde los cuales iniciar una problematización del discurso arquitectónico contemporáneo que de manera general plantea satisfacer las necesidades humanas de espacios y objetos en un momento histórico concreto?

Si intentamos problematizar el discurso arquitectónico hegemónico determinado por el mercado y las formas de producción o de materialización de la arquitectura, probablemente se incentivan mecanismos de reflexión sobre las condiciones que le dan fundamento, referido esencialmente a la forma en cómo se asumen responsabilidades con la arquitectura desde la perspectiva necesidad-satisfactor y como esta lógica establece una serie de determinantes tanto en lo operativo-metodológico; programa arquitectónico como en lo conceptual-compositivo; tipología, uso y morfología. Problematizando las metodologías y enfoques del diseño arquitectónico actual referido a la básica ecuación necesidad-satisfactor llegaremos invariablemente, considero, a una encrucijada. Al hablar de manera general sobre uno de los fines primordiales de la arquitectura, el de la satisfacción de necesidades espaciales que determinada sociedad plantea es posible advertir una serie de ambigüedades o premisas dentro del discurso arquitectónico hegemónico actual, mismas que pueden ser instrumentadas y empleadas para la formulación espacial de las más diversas experiencias y manifestaciones sociales sin siquiera llegar a instancias críticas o reflexivas o contar con mecanismos que permitan discernir, dentro de determinado contexto o situación la pertinencia o no de configurar un espacio.

La pregunta que se plantea con lo anterior, que puede manifestar aristas éticas y morales, no es saber si determinadas relaciones sociales disfuncionales “violentas” merecen ser atendidas y consideradas como problematizadoras del espacio arquitectónico.

Acaso la pregunta es saber qué tipos y cuales características de espacios requieren esas experiencias y relaciones sociales violentas? Lamentablemente no podemos concluir la imposibilidad hoy de realizar la proposición de espacios determinados, cualquiera que sea, bajo la sombra del contexto social mexicano contemporáneo referenciado por el fenómeno del crimen, la violencia urbana y la inseguridad ciudadana, por lo tanto una de las posibles tareas es analizar esta compleja situación y tratar de obtener el mayor número de reflexiones posibles.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Infraestructura Educativa vs Educación



Según estadísticas de la SEP en México, dentro del ciclo escolar 2011-2012 operaron 256,664 planteles educativos. Esta cifra supuesta incluye todos los niveles así como los dos esquemas de enseñanza o formación preponderantes: públicos y privados. Naturalmente sabemos que en nuestro país la educación es mayoritariamente pública y estratégica para el Gobierno Mexicano, por consiguiente la cobertura de la infraestructura física educativa de este sector resulta ser la más extensa. Esta gigantesca cantidad de planteles distribuida en todo el territorio nacional bajo las lógicas y objetivos de los programas educativos federales en turno -las cuales regularmente no escapan a estrategias políticas inciertas, propagandísticas o de valor partidario- está configurada apenas por no más de treinta modelos o tipos de aulas o edificios, muchos de ellos formulados desde los años 50´s por nombres para nosotros conocidos como Francisco Artigas o Pedro Ramírez Vázquez.

Estos modelos o tipos de "escuela" siendo mezclados, adecuados, tropicalizados o acudiendo a variantes previstas de diseño -o no- han sido implantados indiscriminadamente dentro de contextos ya sea urbanos, semi-urbanos o rurales, así mismo dentro de las más diversas condiciones climáticas, geográficas, topográficas, culturales o económicas. Es común encontrar las mismas escuelas, las mismas aulas tanto en DF, Cd. Juárez, Acapulco que en la sierra poblana, en el área tzotzil chiapaneca o en la zona popular no turística de Cancún. Con este esquema de dotación y cobertura de infraestructura se conforma y ha conformado la totalidad de los espacios para la enseñanza y educación del país desde hace por lo menos 70 años y se constata con esto el interés total del gobierno mexicano, por medio de la SEP y con el apoyo antes del CAPFCE(1) y hoy del INIFED(2), en homologar y transmitir el mensaje desde la "arquitectura educativa" sobre la visión centralista del estado Mexicano, aún dentro de una creciente necesidad descentralizadora de las instituciones y de los poderes públicos.

Actualmente en el país todo lo referente a la Infraestructura Física Educativa (INFE) se encuentra regulada por la Ley General de la Infraestructura Física Educativa (LGINFE), decretada por el presidente de la república en 2008, ley que incluyó la creación tanto del organismo descentralizado INIFED como de organismos estatales mismos que sustituyeron al CAPFCE. La alusión a la infraestructura física educativa es referente -según la misma ley- a los edificios, aulas, servicios, instalaciones y equipamientos empleados para dar soporte, llevar a efecto o albergar todas las actividades requeridas dentro del contexto educativo nacional. La infraestructura física es, por la obviedad, uno de los componentes operativos centrales del sistema educativo mexicano pero no confundir a esta como el origen o destino.

Aún cuando la cobertura actual en México sobre educación básica está arriba del 94%, el Sistema Nacional de Información Educativa ofrece esos datos, existe un porcentaje considerable de personas sin acceso a planteles. Por otro lado UNICEF-México señala, citando la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2007 que:

"Todavía hay un número importante de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que no asisten a la escuela (cerca de 1.7 millones de niños y 1.4 millones de niñas). Se estima que de la población de seis a once años, a nivel nacional, aún no asiste a la escuela entre 1 y 2% por motivos de trabajo agrícola o debido a impedimentos físicos. La realidad de fuertes disparidades y exclusión social del país se refleja todavía en niveles desiguales de cobertura en educación primaria, con brechas importantes en el nivel preescolar y fundamentalmente en la secundaria y en la media superior, donde una proporción significativa de los sectores pobres o más vulnerables no accede y muchos de los que ingresan no pueden concluir. Asimismo, existe desigualdad en la oferta del servicio que se brinda en las diferentes entidades federativas, en zonas rurales y urbanas, así como en escuelas privadas, públicas y al interior de estas últimas: escuelas generales, indígenas, educación comunitaria y educación para migrantes."

La problemática vista desde la actual administración federal, compartida y cercana con la visión del decenio panista, y aún cuando la cuestión educativa se presenta altamente compleja, multifactorial y con referencia a diversos actores involucrados. Tanto la SEP como el INIFED acuden al planteamiento esquemático de lograr una educación inclusiva, de calidad e innovadora por medio de programas nacionales cuya consecución de metas dependen de contar, entre otras básicas soluciones, con escuelas, edificios, instalaciones y equipamiento adecuado, de calidad, funcionales, sustentables. Entonces, se parte de la hipótesis quizá reduccionista de que la calidad de la educación tiene una estrecha relación con la calidad de la infraestructura física educativa(3).

En realidad estamos ante un problema distinto y mayor, el reto de la cobertura de espacios o infraestructura física educativa en México, necesaria para cumplir con los tópicos del sistema educativo nacional, está irremediablemente supeditada a las políticas educativas públicas emanadas de la SEP y de los intereses del Gobierno Federal en turno. Al respecto instituciones de primer orden como la UPN o el Colegio de Pedagogía en la UNAM indican sobre problemáticas de orden jurídico o legal, que las proyecciones dentro del marco educativo tanto del actual gobierno como de las cuatro anteriores administraciones federales acuden a la articulación y aplicación de políticas educativas ineficientes ancladas a un duro marco legal y supeditadas a las recomendaciones poco sensibilizadas al contexto nacional de organismos internacionales como la OCDE, BID o la UNESCO. Tampoco en la traslación de modelos educativos considerados eficientes como el finlandes o el cubano, entre otros, aseguran viables soluciones.

La infraestructura física educativa, como uno de los múltiples soportes de la política educativa actual, debe ser proyectiva a 15 o 20 años como mínimo, la cual deberá reorientarse obligadamente hacia una mejor formación y preparación de los docentes y de los educandos. Por lo tanto es urgente apelar a que las actuales políticas educativas federales y aquellas instituciones que las operan creen o determinen un perfil docente que desde el plano legal, administrativo y muy específico de la disciplina pedagógica incluya cualidades, capacidades y competencias prudentemente acotadas a los diversos escenarios y contextos sociales, de los requerimientos regionales y locales de los educandos. Lo cual implica asumir necesariamente el mismo tipo de responsabilidad dentro del ámbito de la planeación y diseño de la infraestructura física educativa. Las aulas, las escuelas, los planteles educativos son apenas un medio, un mecanismo físico que posibilita la ejecución de actividades diversas orientadas y aglutinadas bajo la idea de instrucción, enseñanza, preparación o formación. Si no es posible contar con aquellos elementos que signifiquen y soporten a los espacios para la educación estaremos, nuevamente, ante la prolongación de las posibles respuestas y la deficiente operación de nuestro sistema educativo nacional con todas sus repercusiones y condenas.

Julio del 2012, bajo el anterior contexto el INIFED y su anterior administración selecciona dentro del marco de la convocatoria del "Fondo Sectorial CONACyT-INIFED para la investigación y desarrollo tecnológico en la INFE" a un grupo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM -en el cual participo como coordinador- para el desarrollo de un proyecto ejecutivo de aula mismo que incluía la consecución de un prototipo escala 1:1 y que debería contar con todas las especificaciones para su producción masiva e industrializada entre otros requerimientos. Entendemos, por reiteradas reuniones y trabajo interinstitucional (INIFED, UNAM, CONACyT) que el interés del sector convocante está determinado exclusivamente por generar estrategias replicables a gran escala en lo que respecta a una INFE innovadora y mediáticamente redituable, así a secas y sin mayor interés en profundizar sobre las problemáticas de la educación en México y su infraestructura que el de contar con el aval de la UNAM en cuanto a un producto de diseño específico y poder agilizar con él el posible principio de una extensa campaña nacional con una nueva generación -en cuanto a diseño- de planteles educativos. Hoy, Agosto del 2013 el proyecto no inicia, ya existe convenio firmado tanto por el INIFED, el CONACyT, la Coordinación Científica de la UNAM y la Facultad de Arquitectura pero muchos términos de referencia y especificación de productos continúan en negociación.

Aún con el profundo interés en que el proyecto formalmente inicie, cuento ahora mismo con respuestas y opiniones que no será necesario esperar alcanzar una vez terminado y entregado el proyecto. La infraestructura educativa no resolverá los severos problemas educativos que actualmente el país en su conjunto experimenta (contrario a la opinión de arquitectos y diseñadores industriales); la infraestructura educativa es uno de los múltiples componentes del sistema educativo nacional y en consecuencia acude a un plano acotado de acción, participación y responsabilidad mismo que es necesario reorientar y modificar desde las instituciones y mecanismos legales pertinentes y vincular este a un verdadero proyecto transsexenal de educación.





(1) La labor del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa es implementar todas las normatividades de consultoría y certificación de la calidad de la infraestructura física educativa del país por medio de los organismos estatales, además de construir, equipar, dar mantenimiento y rehabilitar las instalaciones destinadas a la educación pública en general; así como llevar a cabo tareas de investigación e innovación en la materia.

(2) El Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, es un organismo público con personalidad jurídica y patrimonio propios, sectorizado a la Secretaría de Educación Pública, que tiene la responsabilidad de promover el mejoramiento, seguridad, calidad y pertinencia de la infraestructura fìsica educativa pública, mediante la emisión y difusión de la normatividad vigente en la materia; así como, a través de la verificación y evaluación de su aplicación. 

(3) Hacia una Reforma del Sistema Educativo Nacional. UNAM, 2012.

martes, 6 de agosto de 2013

La "estridente" suerte del Estadio Xalapeño

El próximo 20 de septiembre el Estadio Xalapeño cumplirá 88 años. Un lujo indudable y por completo envidiable para una obra arquitectónica moderna en México. No existe, espero me equivoque, otra obra en nuestro país que perteneciendo a la lógica y preceptos de la modernidad arquitectónica, de carácter abiertamente público y con la temporalidad y cualidades técnicas del Estadio Xalapeño opere al día de hoy -y en el sentido estricto- bajo las premisas que le dieron origen. Ante la pregunta explícita de por qué el Estadio Xalapeño ha perdurado hasta nuestros días sin intervenciones, sin modificaciones tanto físicamente como en uso; por qué no ha colapsado su indiscutiblemente innovadora cubierta en concreto armado, lo admito, me conflictúa. Este pensar se acrecenta advirtiendo su contexto socio-político, cultural, institucional. Es posible especular abiertamente sobre el anterior cuestionamiento, más dentro de un contexto donde las instituciones dedicadas a la salvaguarda, estudio y difusión de las obras arquitectónicas histórico-patrimoniales son casi en su totalidad académicas o de alcance reducido a auditorios y producciones bibliográficas, en extremo débiles ante sus facultades de regulación, atención y acción mismas que operan, al menos en el Estado de Veracruz, bajo los margenes e idearios inestables de la política irracional y voraz que todos conocemos.

Podríamos entonces acudir a un señalamiento hipotético, buscando responder al anterior cuestionamiento sobre laresistencia y pervivencia: El estadio Xalapeño constata que la trascendencia de la arquitectura moderna radica por simple que parezca, en su eficiencia y cualidades estructurales, al final baluarte y posibilitador de relaciones sociales y funciones espaciales cualquiera. Este señalamiento igualmente lo hago extensivo al Estacionamiento de Gante (1951), obra del caudillo José Villagrán García.

Lamentablemente el Estadio Xalapeño, siendo una elocuente obra de ingeniería y arquitectura no ha logrado situarse en el lugar que le corresponde; La historiografía de la arquitectura moderna en México sistemáticamente lo ha excluido de sus acervos. En una entrada anterior de archivo L, la cual puedes consultar aquí, expongo desde la generalidad aquellos motivos que hacen del Estadio Xalapeño una obra excepcional de la modernidad arquitectónica mexicana. De manera esquemática y bajo una numerália pseudo historicista el Estadio Xalapeño, siendo construído en plena efervescencia Estridentista, cuando el PRI no existía (partido político que ha gobernado ininterrumpidamente el Estado de Veracruz por más de 80 años) y bajo el mandato de Plutarco Elías Calles, es 20 años anterior que el Super Servicio Lomas; 23 que la casa barragán, 25 que Ciudad Universitaria; 33 que el restaurante lo manantiales; 35 que la nave del Mercado de la Merced; y curiosamente es de la misma fecha (1925) que la Granja Sanitaria de Popotla de Villagrán, obra con la que se señala, según la historiografía de la arquitectura, el inicio de la modernidad arquitectónica en México.

El Estado de Veracruz en 2014 será sede de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe. El Puerto de Veracruz, Boca del Río, Xalapa, Córdoba y Tuxpan en conjunto albergarán las competiciones deportivas, así mismo, como protocolo organizativo común, las sedes deberán asegurar el alojamiento de las diversas delegaciones de países participantes requiriendo tener a punto la infraestructura hotelera; igualmente deberán resolver, en principio, los severos problemas de movilidad y transporte (Xalapa, siendo una de las ciudades con más autos per cápita del país su programa "Hoy No Circula" es exclusivo para transporte público), ya que estas son fundamentales para un evento deportivo multi sede. La organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, aun siendo de menor escala que Los Juegos Panamericanos (Guadalajara en 2011 fue sede) implican demandas y requerimientos puntuales en lo que respecta a las instalaciones deportivas, estas demandas se incrementan en países como el nuestro donde el deporte es sinónimo de futbol y pasatiempo. En 2009, dentro de los primeros dictámenes de la Organización Deportiva Panamericana, ya Veracruz siendo oficialmente sede, se notifica lo insuficiente de las instalaciones deportivas y se invita al gobierno estatal atender y realizar las acciones pertinentes para la organización del evento. Como sabemos las justas deportivas internacionales más allá de los supuestos valores que persiguen son promotoras fundamentalmente de inversión y redituables ganancias, mediáticas la más evidentes, pero igualmente y con un rigor similar o mayor lo hacen en el ámbito de la infraestructura, proyectos generación "alucobond" que los juegos emplearán y simultaneamente mediatizaran, aquellas obras que -siempre se espera- reactivarán económicamente a las sedes por las considerables inversiones públicas y privadas. (El Gobierno de Jalisco sumó a su deuda pública casi siete mil millones de pesos más por organizar los Juegos Panamericanos en 2011)1.

Al día de hoy muchos de los diversos proyectos de infraestructura deportiva previstos para los juegos no han sido ni siquiera licitados, situación naturalmente preocupante ya que los juegos serán en poco más de un año, pero condición nunca extraña ni sorprendente, mucho menos al gremio de arquitectos quienes son testigos o cómplices, conscientes o no, de las prevendas supuestas tanto públicas o privadas en lo que respecta a la planeación, organización y ejecución de obras o proyectos arquitectónicos. Dentro de este contexto de demandas o requerimientos el Comité Organizador de los Juegos prevé intervenir con un proyecto arquitectónico el Estadio Xalapeño, lo cual por multiplicidad de situaciones, entre ellas la negativa en consultar a especialistas, instituciones y sociedad en general, puede considerarse como un acto irresponsable que atenta contra una inmueble de valor histórico. Por otro lado es lamentable la omisión e indolencia que tanto la Universidad Veracruzana o la misma Facultad de Arquitectura de la UV y su unidad de Posgrado han presentado al respecto. Aun cuando el estadio es parte de la llamada "Zona Universitaria" las anteriores instituciones no asumen acciones interinstitucionales puntuales, externas a lo estrictamente académico, por lo tanto es urgente y válida la exigencia de contar con un plan informativo o de discusión sobre el tema, ya sea de especialistas o de sectores sociales interesados.

¿Proyecto? de intervención, (2).





miércoles, 24 de julio de 2013

Naufragio

MECANISMO: Abundar sobre la consideración de naufragio es acudir de facto al fantasma del fracaso, la desgracia o la adversidad y en consecuencia sujetarse al anhelo del posible rescate. En este sentido la balsa se constituye -bajo la obviedad- como un genuino mecanismo de salvación o solución ante una situación de contingencia, pero resulta ser igualmente el medio ideal para llegar al infierno. En términos metafóricos la balsa plantea la irreductible resistencia de la esperanza y de la dignidad humana incluso en casos de injusticia extrema. Así mismo la idea de balsa como mecanismo de salvación o solución plantea un dominio conceptual útil en la obtención de consecuencias o hipótesis aplicables a otras instancias, siendo metafóricas u objetivas.

LA MEDUSA: En 1816 el Estado Monárquico regresa a Francia, el “favor” fue hecho por el ejército británico un año antes. La derrota asestada a la Grande Armée y el posterior y humillante exilio a Napoleón fueron los acontecimientos que determinaron la llamada Restauración. Pero el estatus monárquico recién restaurado ya no era el absoluto de antes, fue necesario para la nueva clase gobernante atender una serie de reformas emanadas de la Revolución Francesa. De esta forma la monarquía debía regularse por una constitución misma que sería redactada por un parlamento, así, dentro de la toma de decisiones políticas el rey y los parlamentarios (representantes elegidos por ciudadanos) mediaban fuerzas y en papel deberían de llegar a acuerdos. Dentro de esta particular situación y en señal de apoyo al recientemente establecido Luis XVIII, los ingleses regresan a la corona francesa, bajo un renovado interés en mantener buenas relaciones e inaugurar una nueva fase de colonialismo por todo el mundo, el puerto de St. Louis en el actual Senegal. Luis XVIII, en atención al “noble gesto” y para retomar posesión organiza una pequeña flota de 4 barcos, en ellos serían transportados los nuevos colonos incluyendo soldados, artesanos, familias completas así como el nuevo gobernador del puerto. El grupo de colonizadores partió, La Medusa siendo una antigua fragata de guerra fue modificada para cubrir y efectuar trabajos de transporte de pasajeros, así mismo esta era la encargada de encabezar el convoy de las 4 embarcaciones.

ERROR Y HORROR: El mando de La Medusa fue encomendado a Hugues de Chaumareix, un viejo oficial de la armada que tenía un periodo de inactividad de 25 años y a quien se le atribuyen, entre otras cosas, falta de pericia, inexperiencia, incompetencia e irresponsabilidad grave al mando del navío. Con el interés de llegar en tiempo record al destino final, el capitán de Chaumareix dio órdenes con ligereza, La Medusa tomando una ruta distinta a la habitual incrementó velocidad, prontamente se distanció de las otras embarcaciones. A los 15 días de viaje, estando frente a la costa occidental africana y desconociendo los bancos de arena y arrecife de la zona La Medusa irremediablemente encalló. El capitán de Chaumareix, desestimando los códigos de la marina utilizó los pocos botes salvavidas tanto para sus oficiales de confianza como para las personas mejor posicionadas socialmente dejando al resto de la tripulación a su entera suerte. Un aproximado de 150 personas, en su mayoría soldados, fueron juntándose como pudieron en una improvisada balsa construida en el mismo instante con tablas y cuerdas de La Medusa. La situación rápidamente se degrado a niveles de locura, por la cantidad de personas y por la dimensión escasa de la balsa todos iban parados, mojados por completo a causa del oleaje. Desde el inicio hubo fuertes disputas por la poca agua dulce disponible, muchos por desesperación optaron por el suicidio, más de 30 hombres resultaron muertos en el primer día de naufragio. Manteniéndose en total hacinamiento, sin agua ni alimentos y con un grupo en constante disminución, tanto por sangrientas peleas como por suicidios, los super vivientes se vieron obligados para continuar en guardia anhelando el rescate, al canibalismo. Doce días después la balsa fue hallada, únicamente sobrevivieron quince de ellos. La historia de lo sucedido indignó profundamente a la sociedad francesa de la época y se convirtió en un episodio negro que constató los niveles de brutalidad a los que puede llegar el hombre.

Le Radeau de la Méduse, Théodore Géricault, 1819.


Balsa de la Medusa, recreación según lo narrado por sobrevivientes


domingo, 21 de julio de 2013

Ciclovía como discurso demagógico: Mauricio Toledo y la Delegación Coyoacán

Como sabemos diversas dinámicas convergen y coexisten dentro de la enorme, compleja pero homologadora estructura física, político-administrativa denominada Ciudad de México, la cual estando constituida por una multiplicidad de estratos, condiciones sociales o condiciones materiales representa en diversas modalidades realidades o suertes que son el espacio común para la interacción de sus habitantes. La Ciudad de México está signada por una identidad -distinción o diferenciación- que parte desde la marginación, la desigualdad, la segregación, la pobreza, entre muchos fenómenos más y, siendo conscientes o no, pertenecemos e interactuamos cotidianamente en estos estratos que articulan la totalidad de la misma ciudad. La marginación social esquemáticamente remite a que un grupo de personas mantiene una serie de condiciones de desventaja en relación -o virtud- a otro grupo de personas, siendo de naturaleza educativa, económica, profesional, política, de accesibilidad a servicios etc. La marginación regularmente está asociada, en su origen, a una serie de prácticas explícitas de discriminación que sitúan a grupos sociales en los límites de su funcionamiento y operar, obstaculizando sus capacidades de desarrollo e interacción plenas y, lo más deplorable, situándolos regularmente como grupos o sectores sociales altamente susceptibles a participar en diversas dinámicas de manipulación, entre ellas muy principalmente la manipulación acaecida desde las esferas e intereses políticos. Es entonces la marginación social un esquema que permite entre otras cosas una movilización de sectores e intereses diversos y amplios, empleados regularmente por las clases políticas -dominantes o no- y dirigidos exclusivamente a capitalizar. Ya sea en votos, en estima, en opinión, en asistencia, etc.

En noviembre del 2012 un reducido grupo de trabajo integrado por estudiantes y arquitectos de la FA -grupo en el que me incluyo- solicitó reunión con el Diputado Local por Coyoacán Diego Martínez García integrante de las Comisiones Especiales de "Población y Desarrollo" y "Desarrollo e Infraestructura Urbana" dentro de la ALDF, el motivo de esa reunión fue la de presentar una serie de esquemas que podían ser de interés para las agendas políticas del GDF, esquemas que planteaban la atención de diversas problemáticas coincidentes con las comisiones especiales del Diputado. La reunión se realizó un viernes dentro de un café ubicado en la Av. Universidad, se logró presentar una carpeta la cual ofrecía un esquema de programa dividido en tres acciones: Un centro de desarrollo sustentable, accesibilidad y sustentabilidad para el recinto delegacional y por último una ciclovía "El Copete / Pedregal de Santo Domingo / Copilco el Alto. El Diputado fue atento y desde la perspectiva e intereses izquierdistas-populistas del DF asertivo, abundó sobre ciertas ecuaciones operativas tanto de los diputados como del mismo Jefe Delegacional, nos felicitó por los contenidos de la carpeta así como por el interés en colaborar con la delegación y determinó que dentro de las tres opciones la más sensata, bajo la lógica de acciones-zonas-alcances-votos era la de la ciclovía, más cuando esta partía de un esquema distinto al común empleado dentro de la Cd. de México. Al final de la reunión consideré que no llegaríamos a ningún otro punto de acuerdo más que el de esperar el llamado del Diputado en futuras e inciertas fechas y situaciones. Antes de despedirse nos comentó que al día siguiente, sábado, mantendría reunión de trabajo con el Jefe Delegacional, solicitó preparar una carpeta en la cual se incluyera únicamente el esquema de la ciclovía y que se la entregara el sábado temprano para mostrarla a Mauricio Toledo, Jefe Delegacional.

El proyecto de ciclovía acudía a un esquema simple pero con ciertas particularidades que lo hacían valioso. La zona elegida para desarrollar la ciclovía fue el Pedregal de Santo Domingo en Coyoacán, esta situación determinó que la ciclovía no sería de carácter recreativo, no está planeada dentro de una zona turística o de valor histórico patrimonial, no en una zona o área natural protegida, no dentro de un sector o centro de negocios. Se trataba de una ciclovía inserta dentro de una zona popular, marginada social y económicamente y con necesidades de traslados cortos que comunicaran y vincularan tanto con puntos dentro de la misma colonia como con sectores externos a la colonia altamente recurridos: Metro C.U. / Metro Copilco / Parque el copete-cantera. La ciclovía tendría un desarrollo de más de 4 kilómetros, incluyendo 9 bici-estaciones y con un parque de 700 bicicletas, el servicio sería público y gratuito, la inversión no superaría los 10 millones de pesos y las ciclovías podrían ser susceptibles a renta publicitaria con lo cual podría atenderse el mantenimiento del programa.

El sábado por la mañana en el centro de Coyoacán entregué la carpeta actualizada al Diputado como un día antes se había acordado, nos despedimos bajo la promesa de comunicarnos. El mismo día por la noche recibí una llamada en la cual se me notificaba que el proyecto de ciclovía era de interés al Jefe Delegacional Mauricio Toledo y que el próximo martes a las 10 am. nos recibiría en el SportCity de Miguel Angel de Quevedo. Acudimos a la cita como grupo de trabajo, nos recibió y comenzó la extraña interacción con el Jefe Delegacional, al instante concluí como ciertas las afirmaciones de desprestigio que sobre el recaen mismas que una noche antes revisábamos, como grupo de trabajo, en diversas fuentes digitales. Se le presentó el planteamiento de ciclovía, la zona de implantación, los impactos posibles, los alcances esperados y los montos para su ejecución. Nos comentó que el proyecto no solo se realizaría, sino que quería dos proyectos de ciclovías más, una en San Francisco Culhuacán y la otra que comunicaría el centro de Coyoacán y la zona universitaria, en metro Copilco. Al llegar a este punto todo tenía un tono extraño y sorpresivo, el Delegado le ofrecía todo su apoyo y confianza a un grupo de jóvenes que conoció 30 minutos antes, les ofrecía la realización de tres ciclovías y la posibilidad de desarrollar otros proyectos en la delegación. Al final de la reunión nos pidió visitar dos días después a su secretario particular Eduardo Ramírez Vallejo a quien le entregaríamos más información técnica y nos indicaría los procedimientos para continuar el desarrollo de las ciclovías. Días después Mauricio Toledo, frente a los medios declaró la existencia de tres proyectos de ciclovías para Coyoacán, proyectos que fueron realizados, afirma, por especialistas de la UNAM.

Habiendo realizado lo anterior y ya en diciembre no volvimos a tener comunicación, el año terminó y con el las llamadas a su oficina para programar nuevamente cita. Ya en enero de este año, Mauricio Toledo anuncia otra vez el proyecto de las ciclovías, intentamos concertar cita, no fue posible. En febrero surgen las acusaciones en contra de Mauricio Toledo por corrupción, una inmobiliaria presenta pruebas al respecto. En abril una gasolinera acusa sobre los mismos términos, después de esto advertimos como grupo de trabajo el juego y el riesgo en el que habíamos incurrido. Todas las acusaciones, todos los mensajes que le incriminaban como un funcionario público corrupto, los montos que solicitaba, sus prácticas eran para nosotros totalmente creíbles. En fechas recientes nos enteramos de la aprehensión de su secretario particular por extorsión, esto únicamente confirma la inercia de la función pública en la Delegación Coyoacán y, por extensión, todos sus programas, proyectos y acciones.


Bici-estación "Metro C.U"


Bici-estación "Papalotl"

lunes, 6 de mayo de 2013

El "otro" inicio de la modernidad arquitectónica mexicana: Estadio de Xalapa


Foto: Sebastian M. González.

¿Puede señalarse el inicio de la producción de la Arquitectura Moderna en México? ¿Es posible hacerlo desde una obra? De ser posible, ¿qué deberá decir esta obra para validar tal aseveración?

La noción e interpretación de la Revolución Mexicana tanto en su inicio como desarrollo o sobre su triunfo y fracaso puede llegar a ser múltiple y compleja. La ruptura abrupta del gobierno de Porfirio Díaz en 1910, representa el inicio de un proceso económico-social que determinó el desarrollo de nuevas experiencias en arquitectura mismas que fructificaron desde la necesidad y promoción del estado mexicano post-revolucionario. Los albores de la modernidad arquitectónica en México generalmente son situados entre 1920 y 1925 no fortuita o azarosamente, sino como genuina respuesta a la creación de nuevas instituciones públicas, a la incipiente pero promisoria "estabilidad" política, así como a la reestructuración económica del país tras el triunfo de la Revolución. México, poco antes de terminar la década de 1920´s se presenta a nivel institucional como uno de los países más modernos del mundo, esto por la serie de reformas de carácter social logradas tras el triunfo de la revolución. Es de resaltar cómo, dentro de la misma década de los años 20´s el gobierno post-revolucionario ya se encontraba construyendo obras institucionales o públicas de neto carácter progresista y moderno, marcando un enfático cambio entre las búsquedas nacionalistas y la introducción de esquemas proyectuales de la arquitectura moderna, presentando en un inicio ambiguas preocupaciones por el contenido identitario de lo mexicano desde la arquitectura y los espacios físico construidos, excluyendo la discusión hacia otros sectores del pensamiento y la cultura nacional como en lo pictórico asentado fundamentalmente en el muralismo, la literatura, la escultura etc.

La historiografía de la arquitectura en México nos habla con cierta frecuencia de aquellas obras y autores que forjaron la modernidad arquitectónica en nuestro país dentro de la conciliadora década de los 20´s, documentando y sistematizado su estudio, análisis, difusión y preservación. Dentro de este panorama de autores de la modernidad arquitectónica en México acotado al periodo post-revolucionario destaca el liderazgo de José Villagrán García quien por su rápida ubicación como funcionario público, su notable y superior capacidad teórica-propagandística, didáctica y constructiva, lo situán con facilidad como una de las figuras cimeras del movimiento, asumiendo un rol de portavoz y artífice de la arquitectura moderna en México(1).

El año de 1925 se presenta como una fecha trascendental para los acervos historiográficos de la arquitectura nacional, fijando en él, el “inicio” de la modernidad arquitectónica con la construcción de la Granja Sanitaria de Popotla, naturalmente obra del caudillo-arquitecto José Villagrán García. Sin embargo el 20 de septiembre de 1925, en el mismo año, ante la presencia del jefe máximo de la revolución, Plutarco Elías Calles y dentro de la misma ciudad que albergo en esas fechas a la primera vanguardia intelectual del México post-revolucionario, Los Estridentistas, se inaugura el Estadio Xalapeño, obra del Ingeniero Modesto Rolland(2) el cual postula una visión enteramente innovadora en el diseño de estructuras de concreto armado en el país. Esta obra, que supuso una auténtica innovación en los sistemas de construcción, actualmente conserva su estructura y funcionamiento tal como se proyectó originalmente, encontrando antecedente tipológico pero no en lo constructivo en el hoy desaparecido Estadio Nacional, obra igualmente de José Villagrán García e inaugurado en 1924. Lamentablemente el Estadio Xalapeño, siendo una elocuente obra de ingeniería y arquitectura no ha sido situado en el lugar que le corresponde; La historiografía de la arquitectura moderna en México sistemáticamente lo ha excluido de sus acervos, mayormente supongo, por desconocimiento de la misma obra.

El Estadio Xalapeño es de características singulares, excepcionales no solo por la temporalidad en la cual fue construido, lo es igualmente por el tipo de solución ofrecida para el desarrollo del graderío en relación a una condición topográfica altamente demandante, pero la verdadera “singularidad” radica en la solución de la extensa cubierta volada y en concreto armado del graderío, realizada en la temprana década de los 20´s. No conozco una estructura, ya sea arquitectónica o ingenieril en el país construida en los años 20´s que se aproxime a las cualidades técnico-constructivas empleadas en la cubierta del Estadio Xalapeño misma que es en parte premonición de los paraguas estructurales que Félix Candela realizaría veinte años más tarde y, manteniendo mesura y distancia, el Estadio Xalapeño es nuestro símil del graderío y cubierta laminar en concreto armado del Hipódromo de la Zarzuela en Madrid, solo que este último construido diez años después y siendo diseñada por el visionario ingeniero Eduardo Torroja. El Estadio Xalapeño brinda espacio no solo para análisis en cuanto a su temporalidad y su naturaleza estructural, igualmente brinda espacio para especulaciones: La primera, definida en el nombre de este pequeño articulo y es el concerniente a situar al Estadio Xalapeño como obra genuina y trascendente del primer periodo de la modernidad arquitectónica en México. La segunda, que Félix Candela pudo encontrar estímulo en el desarrollo de su profusa producción de cubiertas ligeras en concreto armado no solo bajo el influjo teórico y práctico del Ingeniero y también mentor Eduardo Torroja, igualmente pudo en México encontrar condiciones, además de las económicas o laborales, de ejemplos de desarrollo estructural en concreto armado, entre ellos el Estadio Xalapeño. Esto último probable por qué Félix Candela en los años 50´s fue conferencista y maestro invitado como muchos de la entonces Escuela Nacional de Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana, la cual se encuentra frente al mencionado estadio.

El Estadio Xalapeño, siendo considerado por las autoridades del INBA Monumento Histórico más quizá por su antigüedad que por valorar juiciosamente sus cualidades ingenieriles-arquitectónicas, es sin temor a equívocos una de las obras maestras de la arquitectura moderna mexicana, ya que significó un avance importante desde el punto de vista de desarrollo estructural, así como por el tipo de materiales empleados en su construcción dentro de un contexto tan particular como el mexicano de los años 20´s. Es decir, si existe una obra arquitectónica en México, además de ser plenamente “revolucionaria” por la temporalidad política, totalmente vanguardista dentro del periodo post-revolucionario es, sin temor a equívocos, el Estadio Xalapeño. Es necesario situarlo como una obra importante de la modernidad no únicamente por engrosar o contribuir a la historiografía arquitectónica, lo es igualmente para asegurar su preservación y cuidado.

En el próximo año, 2014, la ciudad de Xalapa y el puerto de Veracruz serán sede de los juegos Centroamericanos y del Caribe, para organizar tales eventos será necesario ampliar, construir, modificar o adecuar las instalaciones deportivas de ambas ciudades, recientemente en medios locales ha circulado la noticia que el Estadio Xalapeño será objeto de trabajos, los cuales sin ser aún específicos sugieren en lo personal temor. Aunado a la intransigente omisión tanto de las autoridades culturales o patrimoniales del Estado de Veracruz, es lamentable que instituciones de primera línea como la Universidad Veracruzana o la misma Facultad de Arquitectura de la UV y su unidad de Posgrado no ofrezcan interés alguno por salvaguardar, difundir y estudiar el Estadio Xalapeño.





(1) Daniel Schávelzon; Los orígenes de la arquitectura moderna en México, ver enlace aquí.
(2) Modesto Rolland, Ingeniero. Baja California Sur, 1881- Ciudad de México, 1965. Autor de la Plaza de Toros México.
DOCOMOMO, ver enlace aquí.
Publicado originalmente el 06/04/2012

viernes, 29 de marzo de 2013

Casa vernácula y bullicio



Foto: Onnis Luque
"Entre oficio y tradición" texto publicado en la Revista DOMUS, ver aquí.

Las perspectivas e intereses de los círculos hegemónicos centroeuropeos y norteamericanos de producción de teoría y crítica de la arquitectura en los últimos 50 años, han dirigido fundamentalmente sus esfuerzos y estrategias de estudio en dimensionar desde una postura a menudo estetizante el desarrollo y las implicaciones de la arquitectura moderna en sus diversas manifestaciones y orientaciones posibles. Frecuentemente estos intentos de estudio sitúan en el plano de la generalidad o la burda abstracción aquellas estructuras o parámetros sociales, culturales, económicos o políticos, (los)las cuales representan instancias determinantes para su florecimiento, a juzgar, por la naturaleza de aquellos contextos donde se insertó y evolucionó extensivamente la modernidad arquitectónica, las ciudades. Estos ejercicios de formulación teórica y de crítica han sido posibles, además desde el empleo tácito de herramientas elementales de catalogación y clasificación, por la naturaleza de los enfoques de aproximación y estudio instrumentalizados, básicos a saber: Partiendo desde la experiencia directa con las obras y contrastando éstas con aquellos parámetros fundamentales de la modernidad arquitectónica, y así mismo, acotando con las referencias y experiencia de los autores. Este esquema, aún desde su estrechez metodológico-conceptual constituye uno de los referentes fundamentales para la construcción de discursos arquitectónicos, con él ha sido posible intentar explicar o describir una multiplicidad de procesos y situaciones adyacentes al fenómeno moderno en arquitectura y sus implicaciones. Dentro de estos esquemas de formulación teórico-crítica se han desarrollado múltiples estructuras conceptuales que buscan significar o analizar la implantación de la modernidad en diversos contextos, situaciones o particularidades. Ya sea en las ciudades europeas o las norteamericanas como los ámbitos por completo naturales, así como en aquellos países emergentes o en desarrollo que bajo la estricta tutela socio-económica de occidente se presentaron como escenarios “ideales” para poner marcha -y prueba- una visión adaptada de modernidad.

El Regionalismo Crítico justamente representa una de estas apuestas conceptuales que busca dimensionar o mediar entre la visión dura de modernidad arquitectónica y su implementación dentro de contextos socioculturales en evolución o crisis, primero el europeo de los años 70´s y 80´s, simultáneamente extendiéndose dentro de países en vías de desarrollo, México naturalmente uno de ellos. Como antecedentes directos algunas obras del periodo de posguerra como la capilla de Ronchamp o el Convento de la Tourette, las cuales sitúan en una nueva posición de búsqueda y significación, tal vez de duda, tanto formal como en procedimientos constructivos el actuar profesional de Le Corbusier. En los 60´s Louis Kahn plantea a la historia como herramienta sustancial dentro de las problemáticas proyectuales, ofreciendo implícitamente una postura crítica frente a los postulados del movimiento moderno. Aldo Rossi igualmente en los 60´s emplea ya una jerga particular, embrionaria de conceptos los cuales nutrirán posteriormente al Posmodernismo, el Regionalismo Crítico y otras posturas. Así el empleo en Rossi de la memoria, pertenencia, datos del entorno, sistemas, tipos, vivencias, olores entre otros se perfilan en directa oposición a la universalización homologadora de la modernidad, ya para entonces forzada y acartonada. En el libro Towards a Critical Regionalism Kenneth Frampton plantea, sin detenerse en mayores explicaciones, que el Regionalismo Crítico asume y valora aquellas premisas progresistas de la arquitectura moderna, pero las contextualiza prudente y sensiblemente al lugar. Sitúa a la topografía, el clima, la luz, los sentidos a la par de lo funcional u operativo. Desde su visión Frampton dignifica en cierta forma el origen y naturaleza de materiales y los procesos a los que son sometidos para configurar particulares cualidades tectónicas, así mismo insiste en la incorporación de aspectos que se encuentran dentro del contexto general sociocultural del proyecto, pues destaca la importancia de conocer e incluir rasgos idiosincrásicos de la región dentro de aquellos parámetros de diseño, haciendo énfasis en el empleo de procesos de construcción coherentes tanto cultural como económicamente.

NO ESTÁNDAR: Cuando perteneces como arquitecto, partiendo desde una preparación profesional específica, a un esquema formativo de pensamiento derivado en buena medida de las premisas modernas, las incursiones proyectuales en ámbitos rurales pueden comúnmente abordarse desde una serie de valores preestablecidos, hacer lo contrario implica fracturar aquellos esquemas que identifican mayoritariamente el perfil profesional del arquitecto. No tener certezas en tiempos, en procesos, en alcances y naturaleza de materiales y sistemas regularmente representa a una de las más grandes pesadillas para la realización y ejecución de un proyecto. Bajo el interés genuino de conocer sistemas de construcción tradicionales, desde su producción hasta las opciones en su manejo y empleo, aunado a la valiosa posibilidad de contar con un remanente, cual refugio, alejado del bullicio citadino del DF, el arquitecto Sury Attie afronta la oportunidad de desarrollar el proyecto de su propia casa de fin de semana en las proximidades de Zitacuaro, pequeño municipio del estado de Michoacán. El cliente, contando desde años atrás con un terreno para plantarla, el cual se ubica en una ladera dentro de una zona medianamente agreste y con uso mayoritariamente agrícola pero ya presentando progresiva urbanidad, El Jacal se ofrece sin mayores pretensiones como un gesto básico de construcción y de uso. Se trata, a la distancia, de apenas una plataforma de ladrillo que se ve coronada por una serie de macetas semi-esféricas de barro, una cubierta de teja que descansa sobre amplios muros de adobe y columnas de madera.

No hay en ello mérito de particularidad o distinción en relación al contexto rural dominante, es más, aquellas ideas prefiguradas sobre la arquitectura vernácula o popular común en este tipo de entornos confirmaría únicamente su escasa capacidad para sobresalir. Pero esta opinión se verá modificada cuando la interacción con El Jacal sea próxima. Tanto la factura constructiva, los materiales empleados, como la misma disposición y usos posibles hacen que El Jacal plantee una relación con su entorno en extremo simple. Con cuatro elementos funcionalmente íntegros parecería accesible poder definir y describir El Jacal; Las dos habitaciones que incluyen baño y la cocina se ligan y disponen longitudinalmente con orientación preponderantemente al Éste, un espacio compartido entre comedor y área de estar remata al sur. Al interior los aplanados rústicos a base de masilla de cal y arena, pisos de azulejo cromáticamente distintos en cada espacio y plafones de petate apenas dicen algo. Hay un elemento que constituye en sí El Jacal. El gran motor articulador de las habitaciones, la cocina y la sala-comedor está determinado por uno de naturaleza difusa y fluida que siendo terraza, vestíbulo, estudio, área de estar, comedor o sala de grandes dimensiones y bajo la modalidad simultánea de abierto o cerrado prescribe la total espacialidad y distribución del Jacal. Este elemento en su fluir, relacionado estrechamente con el despliegue de la cubierta y sus patrones de sustentación definidos por las vigas de madera y las columnas de rollizos descarapelados, aunado al rigor expresivo del mobiliario, algunos de ellos presumiblemente hechos con tablones de cimbra plantean, si bien, específicas relaciones, pero nunca de condición definitiva ya que se trata de un flexible espacio que puede asumir diversas modalidades en uso. El Jacal en ciertos sectores fue desplantado sobre el tepetate mismo de la ladera, en otras áreas se levantaron muros sobre los remanentes de una construcción anterior igualmente de adobe, sobre el tepetate y estos muros ya existentes se comenzó a desplazar una inercia constructiva emparentada materialmente con la nueva construcción, pero distinta desde la postura de cómo alcanzar objetivos de espacialidad y relaciones, fundamentalmente signada por un específico y riguroso proyecto arquitectónico.

Sin renegar de posibilidades para experimentar, Sury Attie descarta por completo esta premisa como fundamento para hacer El Jacal, se trata en realidad y únicamente del empleo de procesos y procedimientos constructivos, existentes y utilizados ampliamente en la zona circundante a Zitacuaro, pero referenciados dentro de esquemas operativos del proyecto arquitectónico contemporáneo. Las piezas de abobe empleadas para los muros fueron realizadas en el mismo sitio, con arcilla del lugar por el albañil Jorge Menchaca, mismo que se encargaría de la construcción total, tanto las vigas secundarias como las principales fueron solicitadas exprofeso en el aserradero, secadas por seis meses en el mismo predio donde se encuentra El Jacal, las columnas no son otra cosa que troncos de árbol desprovistos de la corteza, encerados como único tratamiento, las piezas de ladrillo en sus diversas dimensiones empleadas tanto en pisos como en aquellos elementos que circundan la terraza así como las macetas fueron manufacturadas exclusivamente en Maravatío. La cubierta estando hecha con tejas recicladas, recolectadas en la región y, por su mecanismo de colocación simplemente apoyada, requiere una constante revisión y mantenimiento. Por si sola hablamos de una cubierta que está viva, que su básica lógica de funcionamiento implica movimientos, desplazamientos o reacomodos que requieren constante y minuciosa atención y trato. Aun cuando es algo menos importante, vale mencionar que El Jacal no representa atemporalidad, no reta al tiempo y sus estragos. Lo que si hace es manipular nociones de tiempo. Esta obra, siendo realizada básicamente con tierra y madera en diversas escalas y condiciones, materiales que incluyen de facto una pátina, es posible emplazarla en la indefinición de su edad.

OPORTUNIDAD: El empleo de una paleta reducida de materiales y sistemas constructivos, aunado a la simplicidad del partido arquitectónico no dicen más, con estas referencias no es posible discernir otras consideraciones, pero desde ellas sí. La construcción del Jacal plantea una serie de particularidades que es conveniente precisar no con el interés de situarla en la excepcionalidad, esto no es posible, si en el sentido de reconocer un proceso de trabajo minucioso y apasionado, condescendiente con el abordaje de situaciones constructivas no convencionales, Sury Attie lo describe únicamente desde la idea de oportunidad. Oportunidad para trabajar sin el rigor asfixiante de las presiones cotidianas presentes en la ejecución de un proyecto citadino, oportunidad para convivir y colaborar desde los procesos adyacentes y exigidos por El Jacal tanto con peones, artesanos o carpinteros. Oportunidad quizá para situar una práctica de la arquitectura desprovista de prejuicios y liberada en cierta medida de responsabilidades estéticas o de alta discursividad pero suponiendo con esto un costo alto para los fines e intereses generales de la arquitectura contemporánea. El Jacal no es replicable, no constituye un esquema viable de reproductibilidad, pero paradójicamente el distanciarse de esta visión remite, tal vez, una escala o modalidad de virtud.