¿Miedo colectivo en la UNAM?

Domingo, 3 de julio de 2016. Los comunicados del grupo ecoextremista autodenominado "Individualistas Tendiendo a lo Salvaje" (ITS), que se atribuyó el asesinato del Jefe de Servicios Químicos de la Facultad de Química de la UNAM, resultan inquietantes en dos aspectos fundamentales.

Primero, llama la atención el uso artificioso y rebuscado de construcciones gramaticales que revelan una irracionalidad profunda. Este discurso parece diseñado más para ocultar que para explicar, y sugiere simulación o encubrimiento más que una genuina justificación ideológica de un acto tan atroz y cobarde como es un asesinato.

Segundo, resulta evidente la búsqueda deliberada de sembrar miedo colectivo. El mensaje implícito es claro y perturbador: "podemos atacar en cualquier momento a quien sea dentro de la universidad". Este componente del terror como estrategia parece ser, de hecho, el objetivo central de estas acciones.

¿Miedo colectivo? En las últimas décadas, tanto en México como en el mundo, hemos sido testigos de cómo el miedo colectivo se ha normalizado como una forma de interacción social en diversos ámbitos. Se trata de un mecanismo elemental pero efectivo: el miedo colectivo siempre busca normalizar y condicionar conductas específicas. En otras palabras, ha demostrado ser un instrumento eficaz para el empoderamiento de grupos, sectores o países enteros.

Los ejemplos abundan: el miedo colectivo sembrado en la opinión pública estadounidense legitimó las invasiones en Irak, Afganistán y Siria. Felipe Calderón utilizó medios gubernamentales para difundir el miedo y reforzar así su legitimidad como presidente. Más recientemente, extremistas políticos diseminaron el temor hacia los migrantes, contribuyendo al triunfo del Brexit.

¿Para qué sembrar miedo en la UNAM? A la espera de que se esclarezca el móvil del asesinato y se aplique justicia contra los responsables, mi lectura del caso apunta hacia un posible ataque contra la autonomía universitaria y contra el papel que ciertos sectores de la universidad desempeñan fuera de sus muros, en su vinculación con otros ámbitos sociales.

Pensar en acciones deliberadas y coordinadas para sembrar el miedo dentro de una institución ya debilitada internamente, podría plantear el reconocimiento de la condición frágil de una administración universitaria ineficiente, incapaz de asumir sus responsabilidades legítimas con la comunidad, y que ha subordinado la autonomía y la toma de decisiones ante el Gobierno Federal a cambio de prebendas y privilegios.



http://www.jornada.unam.mx/2016/06/29/capital/034n4cap
http://www.proceso.com.mx/445951/eco-extremistas-se-atribuyen-asesinato-en-la-unam-habra-crimenes-anticipan



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