sábado, 27 de diciembre de 2014

Balzapote, los Olmecas y el basalto


"...no creo que sea lo que más preocupa, preocupa a algunas organizaciones, tienen razón, pero hay muchos estudios de como se ha manejado la parte medio ambiental y se disponen de los permisos correspondientes".
Juan Ignacio Fernández Carbajal, Director de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIVER).

Balzapote es una comunidad costera de 500 habitantes localizada en el sur-este del Estado de Veracruz. Enclavada en la Sierra de los Tuxtlas, próxima a la laguna de Sontecomapan, pertenece al municipio de San Andrés, las actividades económicas -únicas- son la agricultura-ganadería de baja escala, la pesca y la explotación forestal. Balzapote se encuentra en una zona de necesidad e influencia cultural Mesoamericana; el basalto empleado para las múltiples y ricas temáticas de la escultura Olmeca, entre ellas las cabezas monumentales, era obtenido en las proximidades de Balzapote, desde el 1600 antes de la era común, hasta el 700 de la era común. Tres Zapotes, emplazamiento Olmeca clave, se encuentra a unos 35 km. La Sierra de Los Tuxtlas constituye una de las últimas y más importantes áreas de selva tropical y mega-biodiversidad en nuestro país, geológicamente se caracteriza por un sistema montañoso volcánico de baja altura. Una de las particularidades de esta sierra, es su contacto directo y abrupto con un segmento costero del Golfo de México. En los años 90´s, por decreto Federal, 160 mil hectáreas fueron declaradas como área natural protegida (Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas). La UNAM desde los años 80´s opera dentro de la zona, una estación biológica de investigación y docencia.

La región montañosa en la que se encuentra Balzapote, es abundante en basalto, material pétreo de origen volcánico el cual es empleado extensivamente en la construcción de infraestructura carretera y portuaria. A fines de los años 70´s el gobierno mexicano, apoyado con ICA, realizaron extracción masiva de basalto y con ello, la devastación de varios de los cerros de la Reserva. Aun cuando la explotación de Balzapote es ya distante en años, las evidencias e impactos, permanecen. Hasta aquí, pensaba, la explotación de la zona se ofrece como un muy penoso antecedente. Pero es necesario recordar, por duro que esto sea, que actualmente en nuestro país la voracidad, la indolencia y la falta total de escrúpulo cívico, político y medioambiental es la norma. Como sucede en otras zonas del país y al amparo de las instancias de gobierno local, estatal y federal, se continúan empleando las ideas -falaces y anacrónicas- de progreso, de desarrollo y de competitividad a cuenta de la devastación de recursos naturales, ya sea por la industria extractiva de minerales o de hidrocarburos, por mencionar a algunos.

Actualmente, bajo el proyecto de ampliación de las capacidades de atraque del puerto de Veracruz y con el aval del gobierno federal y el estatal, se extraerán entre 5 y 8 millones de metros cúbicos de piedra basáltica en Balzapote para la construcción de un rompe olas y demás trabajos de sustentación del lecho costero. Las acciones de extracción iniciarán en febrero o marzo del 2015, para concluir 19 meses después. El material será trasladado en barco al puerto de Veracruz, unos 120 km. al norte. Naturalmente hablamos, en la extracción del basalto, de impactos en la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas, al día de hoy la SEMARNAT ha manifestado la inexistencia de datos sobre los posibles impactos, puesto que no se ha presentado un manifiesto de impacto ambiental (MIA). -Por otro lado, el gobierno federal como el gobierno estatal han hecho público desde diversos medios que el proyecto de ampliación del puerto de Veracruz, que es transexenal, se invertirán 60 mil millones de pesos en un plazo de 13 años, con lo cual se generarán, aseguran, 140 mil empleos y se ofrecerá al Estado de Veracruz como la región del Golfo de México más importante.

lunes, 1 de diciembre de 2014

El régimen sin memoria ni dignidad





La primera condición de todo régimen sobre sus operadores políticos, es cancelar la memoria. Por que el no tener memoria es no tener oposición, es no tener lucha y es no tener dignidad.

A partir del primero de diciembre del 2012, la función de la policía del Distrito Federal dentro del manejo de las diversas manifestaciones sociales cambió abruptamente, el recuerdo de crudos episodios de represión dentro de la Ciudad en manos del Gobierno Federal regresaron. De la estrategia de prevención y seguimiento a la del acoso, provocación y uso excesivo de la fuerza. Como se menciona, ese desvío coincide con la controvertida y polarizada toma de protesta de Peña Nieto como presidente de México. Al día de hoy, desde entonces, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y su grupo de granaderos y policías en estrecha vinculación con la la Policía Federal y la Secretaría de Gobernación han sido blanco de vigorosas críticas y señalamientos por la ciudadanía así como por ciertas agrupaciones no gubernamentales, esto por el evidente y excesivo uso de la fuerza pública en las manifestaciones, la falta de protocolos y las detenciones arbitrarias que se han realizado constantemente en las protestas dentro de espacios públicos de la Ciudad de México. Como es evidente para aquellos que viven en la Ciudad, la actitud abiertamente represiva de la policía del DF es cada vez más recurrente durante la administración de Miguel Ángel Mancera, y esto se incrementa cuando hay una coordinación con la Policía Federal y la SEGOB.

En días pasados circuló en redes sociales un mensaje que exponía, a manera de reproche, la actitud permisiva o de sometimiento de la administración de Miguel Ángel Mancera ante los requerimientos del Gobierno Federal. Esta situación referida al empleo de la fuerza pública -desmedida e ilegal- dentro del contexto de las múltiples manifestaciones sociales. En el mismo mensaje se decía, sin poder confirmarlo por otras fuentes, que Mancera fue activista social en su etapa universitaria, quien sufrió personalmente las fallas del sistema mexicano de impartición de justicia, cosa que lo motivó al estudio de leyes. Al parecer este relato supuesto tiene un único interés, el de ofrecerse como metáfora, se ha manejado con el ánimo de implicar a Mancera de frente a un espejo, de confrontarlo ante el reflejo débil de algo que, quizá en algún momento, lo motivó. Como mencioné, la veracidad y posible importancia de esta historia es por completo mínima. Si acaso lo que de ella interesa es interrogar. ¿Qué tanto importa para el poder político en México la memoria y la dignidad de sus operadores o representantes del poder político?. Interrogar por la valía en la formación cívica, ética y profesional de los funcionarios públicos en México y qué de ellos es admitido dentro del esquema del poder público en México es una instancia que da pulso a parte de la problemática en la cual hoy estamos inmersos como sociedad. Ese mismo poder es implacable en la domesticación de ánimos, certezas, voluntades y memoria. Al parecer, el triunfo de la memoria y la dignidad dentro de la política en México está vetada, imposibilitada por motivos de operación, legitimidad y aseguramiento del mismo régimen.

En el contexto antes señalado no puedo omitir un caso, el cual quizá ilustra mejor lo que he intentado formular, y ademas se trata de uno verídico y además documentado: El ex-presidente Ernesto Zedillo Ponce de León y su participación en el movimiento de 1968. ¿Qué tanto el régimen político mexicano es capaz de someter a la dignidad, la memoria y la sed de justicia social?

-Julio de 1968, el inicio de la represión estudiantil en México. Las imágenes de archivo del periódico el Universal, públicas hace diez años, captan el preciso momento en que un joven de 16 años y estudiante del Politécnico es reprimido en la Ciudadela durante los eventos del 23 de julio de 1968, semilla del movimiento que sería roto el 2 de octubre del mismo año. El estudiante en cuestión es Ernesto Zedillo Ponce de León, quién 26 años después sería Presidente de México. Durante el mandato presidencial de Zedillo, contrario a lo que se esperaría, los archivos militares y de la SEGOB sobre la matanza del 2 de octubre del 68, permanecieron cerrados.

Agresión de granaderos del Departamento del Distrito Federal a Ernesto Zedillo. Foto: El Universal, 1968.