Lunes, 22 de diciembre de 2025. Caspar David Friedrich, El caminante sobre el mar de nubes, 1818. ¿Te imaginas cómo pudo ser el concierto de estreno público de la Sinfonía n.º 5 de Beethoven, la también llamada "Sinfonía del destino"? ¿Imaginas la reacción del público al escuchar el motivo de apertura, esa sentencia sonora inaudita, devastadora y universal que alteró para siempre el curso de la sensibilidad humana?
Pero imagina nuevamente: El concierto en realidad fue un maratón musical de más de cuatro horas, en el que se estrenaron, además de la Sinfonía n.º 5, la Sinfonía n.º 6 "Pastoral", la Fantasía coral op. 80, el Concierto para piano n.º 4 op. 58 que fue tocado por el propio Beethoven, el aria "Ah perfido!" op. 65, el Gloria de la Misa en do mayor op. 86, el Sanctus y el Benedictus de la misma misa, y una improvisación para piano solo, también interpretada por Beethoven.
Este evento histórico tuvo lugar el 22 de diciembre de 1808 en el Theater an der Wien de Viena. En aquella noche invernal, con una temperatura bajo cero, el teatro estaba repleto de un público que resistió las más de cuatro horas de música. Se dice que la orquesta, insuficientemente ensayada, cometió varios errores y el propio Beethoven, que ya presentaba problemas auditivos, tuvo dificultades para mantener el tempo. A pesar de estos desafíos aquel concierto sería uno de los acontecimientos más importantes de la música occidental, marcando el inicio del Romanticismo musical y consolidando a Beethoven como el actor revolucionario que transformaría para siempre el arte de la sinfonía.
Por su trascendencia compositiva y emotiva, por su influencia cultural tajante e inagotable, podríamos suponer que este concierto es insuperable, una cumbre de humanidad.
Sin embargo, existe un concierto aún más colosal, influyente y definitorio: También Beethoven, ya sumido en la sordera total, dirigiendo el estreno público de su Sinfonía n.º 9.
Motivo de apertura de la Sinfonía n.º 5 ¡en 42 versiones!

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