martes, 20 de enero de 2015

III

Oscuridad oscuridad oscuridad. Todos van hacia la oscuridad,
Los espacios interestelares vacantes. La vacancia hacia la vacancia,
Los capitanes, los ejecutivos de los bancos, los hombres de letras que son una eminencia,
Los generosos promotores del arte, los hombres de estado y los funcionarios,
Sirvientes que son civiles distinguidos, presidentes de muchos comités,
Señores industriales y contratistas insignificantes, todos van hacia la oscuridad.
Y son oscuros el Sol y la Luna, y el Almanaque de Gotha
Y la gaceta de la bolsa y la guía de directivos,
Y es frío el sentido y se ha perdido el motivo de la acción.
Y todos nosotros vamos con ellos, al funeral silencioso,
Al funeral de nadie, porque no hay nadie a quien enterrar.
Le dije a mi alma, estate quieta, y permite simplemente que la oscuridad te cubra,
Será la oscuridad de Dios.

Como en un teatro, las luces están apagadas, porque van a cambiar la escenografía
Con un tronido hueco de bastidores, con un movimiento de tinieblas sobre tiniebla,
Y nosotros sabemos que las colinas y los árboles, y el panorama distante
Y la fachada poderosamentemente soberbia, están siendo enrollados y sacados afuera
O como cuando un tren subterráneo, en el túnel, se detiene demasiado entre las estaciones 
Y la conversación surge y, lentamente, decae en el silencio
Y tú ves detrás de cada cara al vacío mental que se ahonda
Dejando sólo el terror creciente de no tener nada en qué pensar;
Como cuando bajo éter, la mente es consciente pero consciente de poco
Le dije a mi alma, estate quieta, y espera sin esperanzas,
Porque la esperanza sería la esperanza de la cosa equivocada, espera sin amor
Porque el amor sería el amor de lo equivocado. Todavía hay fe
Pero la fe, el amor, la esperanza, están todos juntos en la espera.
Espera sin pensamientos
Tu no estás listo para pensar:
Entonces, la oscuridad será la luz, y la quietud será la danza.
El susurro de los arroyos que corren, el relámpago de invierno,
El tomillo y la fresa salvajes que no son vistos por nadie,
La risa en el jardín, el éxtasis hecho eco
Que no se pierde, pero requiere, y apunta, hacia la agonía
De la muerte y el nacimiento.

Dices que repito algo que ya he dicho.
Lo diré otra vez. ¿Volveré a decirlo?
Para llegar adonde estás desde el lugar en el que no te encuentras,
deberás seguir un camino en el que el éxtasis no existe.
Para acceder a lo que no conoces, debes seguir una senda de ignorancia.
Para poseer lo que no posees, debes recorrer el camino de la desposesión.
Para poder ser quien aún no eres
debes seguir el sendero en que no estás.
Y sólo sabes lo que ignoras, y lo que no tienes es lo que tienes
y estás donde no estás.







Fragmento, East Coker, Cuatro Cuartetos. T.S. Eliot, 1940.