domingo, 2 de noviembre de 2014

Caña en quema



En noviembre del año pasado escribí Caña en flor, en esa entrada ofrecí algunas líneas en favor de revisar el panorama crítico de la agro-industria de la caña de azúcar en el país en lo general y en Veracruz en lo particular. Mi interés, en ese entonces, era el de dar cierto pulso a la irregular y diezmada estructura productivo-administrativa de los ingenios y los escenarios formulados en la esfera de los productores de la caña (campesinos, ejidos, pequeños propietarios). Bajo ese ánimo presenté algunas opiniones sobre el estado de la oferta, referida a la producción nacional de azúcar y la demanda, sujeta al consumo de Estados Unidos y a merced de los precios fijados por las lógicas e inercias del mercado internacional. En 2013 la agro-industria de la caña de azúcar en México experimentaba un cierre de año crudo y desolador. La producción de la zafra 2012/2013 sufrió los impactos del desplome del precio del endulzante a nivel mundial, la depreciación de drama fue en el orden del 40%. Algunos ingenios se declararon en insolvencia, situación que antecede a la declaración de quiebra. Hace un año, con profunda angustia, pensaba como esta situación se adaptaría, se vincularía siniestra y eficientemente al México más crítico y vulnerado -el México agrícola, el México suburbano, el México realmente pobre. La intensificación de los ya profundos problemas sociales, económicos y productivos de la población que depende directa o indirectamente de esta agro-industria, es algo esperable y obvio.

Pero esta crisis es muy complicada de leer, más para los productores y campesinos. Hay datos que lejos de formular una lógica a la crisis, confunden. El año pasado se tuvo una zafra récord: México produjo por primera vez siete millones de toneladas de azúcar, se cosecharon 62 millones de toneladas de caña, como nunca antes, pero al final la gran contradicción es que el sector cañero perdió cerca de 15 mil 500 millones de pesos el año pasado. El 2014 inició sin tregua. En enero la insolvencia del ingenio San Francisco (situado en la zona de donde soy originario) motivó lo único seguro dentro de la espiral trágica ya iniciada, la declaración de quiebra. Las movilizaciones de campesinos, obreros y demás dependientes no espero. Pero en esta ocasión, el buscado accionar y presión social fue apenas un esquema, el cual fue devorado por el oportunismo político de las esferas municipales y estatales. Entre eventos y audiencias vulgares, llenas de promesa y supuestos compromisos por parte de incompetentes funcionarios públicos, llegó la segunda mitad del año y con ello una noticia que conmocionó. En agosto el Departamento de Comercio de Estados Unidos anuncia la imposición de aranceles a las importaciones de azúcar mexicana, situación que está en dura tensa espera. En la entrada Caña Amarga que escribí en agosto se documenta.

Al margen de lo que he intentado expresar, no puedo omitir mi profunda indignación. Toda esta crisis es resultado directo de las instituciones de gobierno, de su incompetencia, del desprecio a la defensa de los intereses sociales y públicos, de su actuar impune, de su corrupción, de su falta de rendición de cuentas y su ingobernabilidad. La oligarquía tecnócrata es la responsable en el incremento del poder político y económico de una élite, son los responsables de la brutal desigualdad social, económica, educativa y cultural. Lo que actualmente sucede con la agro-industria de la caña de azúcar es apenas una sección de algo más grande, una parte del entramado institucional mayor, fallido y colapsado llamado México. No podemos ser espectadores, una vez más, de la descomposición de un sector social productivo, históricamente mermado y su vuelco dramático a aquellas esferas que le aseguren una subsistencia con elevados riesgos dentro del crimen organizado.

¿Cómo moralizar y politizar la indignación y el malestar social, cómo formular desde ésto un proyecto, un programa social y político, el cual logre irrumpir, desestabilizar y quizá modificar el esquema de poder político nacional actual?

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